En 1981, los demonólogos Ed y Lorraine Warren documentaron el exorcismo de David Glatzel,
un niño de 8 años, al que asistieron su familia, su hermana Debbie y su novio Arne Johnson,
y el padre Gordon en la ciudad de Brookfield, Connecticut. Durante el exorcismo, Arne invita
al demonio a entrar en su cuerpo en lugar del de David. Ed es testigo de cómo el demonio se
transporta del cuerpo de David al de Arne mientras éste sufre un ataque al corazón y es
llevado al hospital en un estado inconsciente.
Ed se despierta en el hospital y le revela a Lorraine que fue testigo de cómo el demonio
entraba en el cuerpo de Arne. Ella envía a la policía a la casa de los Glatzel y les advierte
que allí ocurrirá una tragedia. Arne y Debbie regresan a su apartamento ubicado encima de
una perrera donde trabaja Debbie. Después de sentirse mal, Arne asesina a su casero,
Bruno Sauls, apuñalándolo 22 veces bajo la influencia de una posesión demoníaca.
Con el apoyo de los Warren, su caso se convierte en el primer juicio por asesinato
estadounidense en reclamar posesión demoníaca como defensa, lo que resultó en el comienzo
de una investigación sobre la posesión original de David. Los Warren más tarde descubren
una maldición satánica transmitida a través del tótem de una bruja y se encuentran con Kastner,
un antiguo sacerdote que anteriormente se ocupó del culto de los Discípulos del Carnero.
Les dice que un ocultista había dejado intencionalmente el tótem, lo que resultó
en la creación de una maldición sobre los Glatzel, lo que provocó la posesión de David.
Los Warren viajan a Danvers, Massachusetts, para investigar la muerte de Katie Lincoln,
que también fue apuñalada 22 veces. Los detectives habían encontrado un tótem en la casa
de Jessica, la amiga de Katie, que ha desaparecido. Lorraine inicia una visión para recrear
el asesinato y descubre que Jessica había apuñalado a Katie bajo la influencia de una posesión
demoníaca, antes de saltar a su muerte desde un acantilado, lo que permite a los detectives
recuperar su cuerpo. Los Warren viajan a una funeraria, donde su cuerpo descansa, y Lorraine
toca la mano del cadáver para ayudar a encontrar la ubicación del Ocultista. Ella se da cuenta
de que se encuentra en una morgue, y le dice a Ed que la conexión funciona en ambos sentidos,
y que sigue abierta al mundo real.
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